Escuela de Caballería – ESCAB

Perfil del director de la Escuela

– La Escuela de Caballería empleará técnicas de trabajo en equipo con capital humano que permita enfocar esfuerzos hacia una misma dirección, promoviendo un apropiado clima laboral y de calidad educativa, fomentando la cultura organizacional que proyecte una escuela para tener mejores resultados y que estos se ven reflejados en un extraordinario desempeño en los cursos de operación de plataforma de caballería, curso de táctica aplicada a blindados, operación y empleo de misiles Spike, especialización del arma tanto para oficiales como para suboficiales, curso de operación y empleo táctico de unidades de motos y el curso de técnico en mecatrónica, entre otros.
– Fortalecer los programas y cursos que orienten al desarrollo físico, psicoafectivo, espiritual, profesional y social, para complementar la formación integral de nuestros estudiantes.
– Optimizar los procesos de gestión del talento humano, así como, implementar el modelo de gestión humana por competencias para garantizar ambientes de trabajo adecuados en la función del capital humano.
– La escuela de caballería, no sólo deberá revisar y mantener actualizado el modelo pedagógico y los contenidos curriculares empleados por las diversas líneas de aprendizaje educativas, sino también incluir nuevos elementos que favorezcan una buena convivencia académica posibilitando una formación integral de los estudiantes.
– Las tareas primordiales de la Escuela de Caballería en materia de convivencia educativa implicarán similarmente la interacción de todos los elementos de la comunidad académica bajo unos lineamientos que tendrán como base primordial el desarrollo de la Educación militar y las funciones sustantivas de la educación superior; promulgando permanentemente la formación integral de los estudiantes basada en principios, valores y ética profesional.
– La relación entre la familia y la Escuela serán el soporte a los procesos educativos y apoyo primario en el fortalecimiento del trabajo en un ambiente académico óptimo con sólidos principios y valores.
– Se formará el carácter de los estudiantes a través del discernimiento, conocimiento y sensatez para lograr obtener pensadores críticos con excelente formación humanística y ciudadanos ejemplares.
– El personal docente velará para que los distintos factores de convivencia en las aulas configuren el clima académico propicio para vigorizar las dimensiones del SER, el SABER, el HACER y el CONVIVIR y así, entregar a la patria hombres y mujeres más competentes en la conducción de unidades de caballería alineados con los estándares de interoperabilidad.
– Los semilleros de investigación se crearán para robustecer los espacios de discusión del conocimiento en torno a perfilar el arma a la vanguardia de las tecnologías, la ciencia y el conocimiento, también como, fortalecer la eficacia para el combate ante los escenarios de la batalla aeroterrestre.
– La visión compartida de todos los hombres y mujeres del arma de caballería nos obliga a continuar fortaleciendo la imagen de la Escuela a nivel nacional e internacional para alcanzar la excelencia académica e investigativa.
– Aunar esfuerzos con redes internacionales de investigación en aras de potencializar el arma y contribuir decisiva-mente desde el enfoque de la seguridad y defensa nacional al desarrollo de la Nación.
– Les pido a cada uno de los hombres y mujeres de la Escuela de Caballería ser extraordinarios anfitriones en está, la cuna de la divisa amarilla, y recibir con alegría, admiración y regocijo a todos nuestros oficiales y suboficiales de la reserva activa a quien les debemos respeto, admiración y gratitud.
– Todo el personal deberá colocar en práctica las políticas de comando del Ejército Nacional, el CEDOC y el CEMIL.
– El respeto y el buen trato debe ser una de las prioridades de todos los funcionarios públicos que laboramos en la ESCAB, así como, de cada uno de los estudiantes y alumnos de esta prestigiosa institución educativa.
– La cultura física por excelencia es un habito del militar, el ejercicio físico consagra a los hombre y mujeres en la búsqueda del equilibrio espiritual, psicológico y físico.
Patria, honor, lealtad será nuestro lema al que acudirán cada uno de los integrantes de la ESCAB.
– El Ejército nacional es la institución más amada, más querida y más respetada por el pueblo colombiano.
Toda solicitud, procedimiento, queja, petición, revista, recomendación, conclusión, trámite, gestión que hagamos que quede por escrito.
– El manual de procedimientos académicos, deberá ser la hoja de ruta para los docentes y alumnos de la ESCAB, debemos cumplir cada una de las normas consagradas en este documento.
– Conocimiento y puesta en práctica de las leyes, decretos, resoluciones, directivas estructurales y doctrina damasco que nos rigen y nos aplican para todos los miembros del ejército nacional todo está escrito.
– Máxima cortesía militar, disciplina la condición básica de un Ejército, respeto por nuestro uniforme y por nuestros grados.
– Comunicación permanente con los homólogos en las unidades tácticas, en el CEMIL, en la CEDOC y con el Ejército.
– Quienes tenemos la responsabilidad de mando seremos facilitadores para resolver los problemas o dificultades del personal a cargo de nuestra responsabilidad.
– Las actividades de toda índole que realicemos deben obedecer a una planeación, con una lista de verificación y protocolo con el fin de mitigar riesgos y amenazas que afecten el normal desarrollo de las actividades.
– Todos somos responsables por nuestra integridad física, esto significa que debemos capacitarnos en seguridad y salud en el trabajo, las órdenes militares impartidas no pueden transgredir y afectar la integridad o los derechos del subalterno, siempre piense en las consecuencias de una orden ilógica que afecte la vida y honra de la otra persona.
– Respeto absoluto por las damas, nuestro comportamiento siempre deberá estar direccionado a la cortesía, consideración y educación.
– No aceptaré rumores, comentarios o juicios de valor que destruyan la reputación de las personas, buscaremos mecanismo que contribuyan al fortalecimiento de las relaciones interpersonales y la sana con vivencia.

Organización de la escuela

Reseña histórica

Desde principios del siglo XX surge la necesidad de hacer una reforma militar con el fin primordial de crear un Ejército claro y definido, es así como en 1907 nace la Escuela Militar de Cadetes. Tres años más tarde, aparecen las semillas de la futura Caballería, cuando se cambia la denominación del Batallón de Infantería No. 4 de Ibagué a Regimiento de Caballería.
En 1917 fueron trasladados varios escuadrones de la ciudad de Bogotá y el Regimiento se re-ubica en la carrera 7ª entre calle 52 y 54, en lo que hoy son los terrenos del Hospital Militar y Sanidad del Ejército.
Debido a los numerosos cambios que había tenido que soportar nuestro país, por los diferentes acontecimientos históricos de la época, la Escuela se declaró en receso durante la Guerra con Perú y cambió su nombre a Grupo No. 1 Páez; con esta denominación el Grupo siguió trabajando y se decidió un nuevo traslado en el año de 1933 a los cuarteles de la Hacienda Santa Ana (hoy predios del Cantón Norte).
En el año de 1936, se da el funcionamiento oficial de la Escuela de Caballería, bajo el gobierno del presidente Alfonso López; la Escuela ocupó entonces el lote San Isidro de la Hacienda Santa Ana al norte de la capital de la República.
Con el paso del tiempo la Escuela fue creciendo y se hizo necesario ampliar sus instalaciones, por ello se construyeron la biblioteca, el Rancho de Tropa y las Casas Fiscales (1952).
Durante el año de 1966, se iniciaron los primeros intentos de modernización de la Escuela con la construcción del pabellón de comando y la remodelación de los cuarteles que permitieron la entrega de las instalaciones ubicadas en la zona oriental de la carrera séptima. Así se fue conformando como Unidad Mecanizada, que contaba con tanques y vehículos de apoyo a la instrucción y especialización de los hombres del arma.
Por largos años la Escuela tuvo la responsabilidad del control y el orden constitucional en buena parte del departamento de Cundinamarca. Especial mención merece la participación de sus tropas para restablecer la tranquilidad de la ciudad de Bogotá durante los hechos perpetrados por subversivos del M-19 en febrero de 1980 y noviembre de 1985, durante la toma de la Embajada Dominicana y el Palacio de Justicia, respectivamente.

Instalaciones